En este post hablaremos de los ataques de convulsiones que pueden padecer los perros caniche, su origen y, que debemos hacer si a nuestro poodle sufre una crisis de convulsivas.
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La hidrocefalia abarca alrededor el 70% de las anomalías cerebrales en los caniches. Los síntomas de convulsiones surgen a partir del primer año de vida del poodle. A veces se aprecia un volumen craneal importante. El cerebro contiene agua y está expuesto diferentes presiones. Esta afección se puede diagnosticar por medio de un examen neurológico.
La más famosa es causada por el virus de la rabia. Aparecen trastornos del comportamiento y se producen convulsiones en los caniches. Algunas bacterias causan estas afecciones y se tratan con antibióticos.
La situación más común es la ingestión de alimentos que causan convulsiones. Los caniches generalmente son asustadizos y son muy sensibles a la menor contacto. Para detener la crisis, se deben usar analgésicos.
Son el resultado de una caída o un impacto severo en la cabeza. Los caniches pueden tener convulsiones cuando están inconscientes. El examen de rayos X es el primer paso para aclarar la situación.
El tumor ejerce presión interna en las estructuras del cerebro y provoca convulsiones. La mejor herramienta para el diagnóstico es el escáner. Los trastornos metabólicos, como las crisis de urea, la hipoglucemia o la hipocalcemia, también provocan ataques epilépticos.
Si esto sucede, se debe realizar un análisis de sangre para verificar que el animal no haya sufrido ninguna de las tres enfermedades mencionadas anteriormente. Es posible realizar una punción de líquido cefalorraquídeo, un examen de rayos X del cráneo y un examen de EEG. También se puede elegir un escáner.